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El USS Forrestal (CV-59), anteriormente AVT-59 y CVA-59, fue
un portaaviones de la Armada de los Estados Unidos. Da nombre a su clase
compuesta por cuatro portaaviones. Recibió el nombre del ex secretario de la
Armada de los Estados Unidos James Forrestal. Los otros portaaviones de su
clase fueron el USS Saratoga (CV-60), el USS Ranger (CV-61) y el USS
Independence (CV-62).
El barco era apodado cariñosamente The FID, porque James
Forrestal fue el primer Secretario de Defensa, FID por First In Defense. Este
es también el lema de las insignias de la nave. También fue conocido de manera
informal en la flota como el Zippo, Forrest Fire o Firestal a causa de una
serie de incendios a bordo, sobre todo un incidente el 29 de julio de 1967 en
el que 134 marineros murieron y 64 resultaron heridos.1
El USS Forrestal fue botado el 11 de diciembre de 1954 en
los astilleros Newport News Shipbuilding en Newport News, Virginia. Actuó como
madrina Josefina Forrestal, viuda del secretario Forrestal, y entró en servicio
el 1 de octubre de 1955, siendo su primer comandante el capitán R. L. Johnson.
El USS Forrestal fue el primer portaaviones estadounidense
construido con una cubierta de vuelo en ángulo, catapultas de vapor, y la
colocación de luces en la cubierta para facilitar los aterrizajes.
Astillero Newport News Shipbuilding
Clase Clase Forrestal
Autorizado 12
de julio de 1951
Iniciado 14
de julio de 1952
Botado 11
de diciembre de 1955
Asignado 1
de octubre de 1955
Baja 11 de
septiembre de 1993
Destino Vendido
como chatarra el 22 de agosto de 2013
Características generales
Desplazamiento •
59 650 t
• 81 101 t a plena carga
Eslora • 300 m línea
de flotación
• 325 m total
Manga 39,42 m
Calado 11 m
Armamento • 8
cañones de 127 mm/54 Mark 42
• NATO Sea
Sparrow Mk 29
• Phalanx
CIWS Mk 15
Propulsión • 4
turbinas de vapor Westinghouse
• 4 hélices
Potencia 260
000 cv
Velocidad 33
nudos
Tripulación 5540
hombres
Aeronaves • 85
aviones F-14, F-4, A-4, A-6, E-2, S-3B, EA-6B, SH-3, A-3B , KC-130 (vuelo de
prueba)1
Equipamiento aeronaves •
4 catapultas
• 4 elevadores
29 de julio de 1967: Incendio en el USS Forrestal
Desde que en la segunda guerra mundial el portaaviones
sustituyó al acorazado como buque capital de cualquier flota que se precie, las
diferentes escuadras se han diseñado con un objetivo muy claro, que es proteger
sus portaaviones de cualquier amenaza, ya sea submarina, aérea o de superficie.
Esta tendencia se ha ido acentuando conforme los portaaviones se iban haciendo
más grandes y potentes, y conforme su número se iba reduciendo. Así, por
ejemplo, la campaña de las malvinas de 1982 fue posible sólo por la presencia
de los portaaviones británicos, y el hundimiento o los daños sufridos por
alguno de ellos hubiese supuesto el fin de la campaña.
¿A dónde queremos ir a parar? pues al hecho de que los
portaaviones se han convertido en las "niñas bonitas" de las flotas
que los poseen, y no se racanea nada en torno a su seguridad. Ello ha llevado a
que desde la II guerra mundial ningún portaaviones haya sido destruido en
combate ni haya sufrido daños graves. Otro aspecto de esta protección extrema
es la seguridad a bordo, ya que los portaaviones son enormes depósitos de
combustible, municiones y todo tipo de sustancias altamente peligrosas
almacenadas junto a aviones de combate y en general, un montón de aparatos con
tendencia natural a hacer "tururú".
Lo cierto es que a lo largo de la historia de los
portaaviones los logros en seguridad han sido destacados, y buena prueba de
ello son los escasos accidentes graves sufridos, en comparación con otros tipos
de buques. Es por ello que hoy nos ocupamos del más grave de estos accidentes,
el que fue sufrido por el portaaviones estadounidense USS Forrestal.
El 29 de julio de 1967 el portaaviones USS Forrestal se
hallaba en Yankee Station, en el Golfo de Tonkín, llevando a cabo operaciones
de combate contra Vietnam del Norte. La dotación aérea de la nave estaba
compuesta principalmente por aviones de ataque ligero A4 skyhawk, cazas F4
Phantom II y aviones de reconocimiento RA5 Vigilante.
Sobre las 10:50 de la mañana, ya se había lanzado una
primera oleada de aviones de ataque y se estaban preparando y cargando los
aviones para la segunda, situados en la cubierta de vuelo, a popa. Fue entonces
cuando un cohete no guiado Mk 32 "Zuni", de 127 mm, se disparó
accidentalmente de un F4 Phantom II al producirse una sobrecarga eléctrica
cuando se pasó de suministro de energía externo al interno del avión. El cohete
voló a través de la cubierta e impactó contra un A4 Skyhawk sin detonar, pero
reventó el depósito de combustible del avión y lo incendió. Los aviones se
encontraban aparcados pegados los unos a los otros, mientras eran cargados de
bombas, muchas de las cuales eran antiguas bombas de composición B de 1000
libras que habían sido cargadas por una escasez de las más modernas mk 82 y
tenían una temperatura límite de seguridad más baja, traspasada la cual la
bomba reventaba. En ese avispero fue donde se produjo el incendio. Más tanques
de combustible externos fueron detonando y añadiendo combustible, hasta que la
primera de las bombas explosionó.
Esta primera explosión mató a casi todos los bomberos del
destacamento de cubierta, por lo que las reacciones tuvieron bastante de
improvisadas. El combustible ardiendo se filtró al hangar y a los
compartimentos situados bajo la cubierta de vuelo. Por la ausencia de una grúa
adecuada, muchos aviones tuvieron que ser lanzados al mar a mano, es decir,
siendo empujados por los marineros por la borda, exponiéndose a las llamas,
mientras los destructores de la escolta se aproximaban a menos de seis metros
de la popa del coloso para colaborar en la extinción.
En total detonaron 9 bombas, que perforaron la cubierta
blindada. 21 aviones fueron lanzados por la borda o resultaron tan dañados por
la explosión que tuvieron que ser dados de baja. El incendio en cubierta se
extinguió a las 12:45, aunque siguió rebrotando hasta que fue dado oficialmente
como extinguido a las 4:00 horas de la mañana siguiente. 134 tripulantes
murieron y otros 161 resultaron heridos, lo que sobrecargó la enfermería del
buque, por lo que se dirigió escoltado por un destructor a reunirse con el
buque hospital USS Repose.
El portaaviones fue reparado provisionalmente en Subic Bay,
Filipinas, y posteriormente se trasladó al astillero naval de Norfolk. Estuvo
207 días sin navegar. Sin embargo, es destacable que pese a las repetidas
explosiones y la seriedad del incendio declarado, en ningún momento se llegó a
temer por la supervivencia del buque, El accidente sí que llevó a fijar nuevos
protocolos de seguridad y medidas contraincendios, como aspersores automáticos
de espuma antiincendios en la borda de la cubierta de vuelo.
Ha sido el accidente más grave sufrido por una de las
"niñas bonitas" de la U.S. Navy desde la II Guerra Mundial.
El portaaviones USS Forrestal, que llegó a ser "el
barco más grande jamás construido" según la revista Popular Science, ha
sido vendido por un centavo de dólar. Al buque no le espera un futuro demasiado
prometedor, ya que los 300 metros de eslora de este gigante de la guerra serán
desguazados.
El acuerdo entre la Armada estadounidense y la compañía All
Star Metals se firmó el 22 de octubre del 2013 y el precio de venta refleja el
costoso plan de transporte, desmantelamiento y reciclado de la embarcación que
ahora debe afrontar la empresa texana. En principio, los nuevos dueños del
Forrestal planean llevarlo de Filadelfia a Brownsville (Texas), según informa
la Marina.
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