Escala 1:350 Scratchbuild (Piezas de Q-Ship de Lindberg)
Capitan Pedro Scalese
Rio Tercero
De izquierda a derecha: Erick Navas, Paula Emanuele (Mi novia, nieta del Capitán Scalese) y Margarita Scalese (Su madre, hija del Capitán Scalese)
El Río Tercero
El 22 de junio de 1942, en la costa oriental de los Estados Unidos, a 120 millas de Nueva York, fue torpedeado y hundido el vapor argentino “Río Tercero” en lo que fue el más trágico de los episodios entre buques argentinos y submarinos alemanes, rodeado, además por una leyenda negra que puso en duda la conducta de la tripulación del mercante.
El Río Tercero retornaba del puerto de Nueva York donde habian descargado cereales. Estaba al mando del Capitán Luis Pedro Scalese y de regreso traía carga general, pero nada que pudiera considerarse bélico y justificara el ataque sufrido. Llevaba un solo pasajero: el medico Francisco Arumbarri. Se fue a pique inmediatamente, con él se trago a cinco tripulantes: los carboneros Clemente Alvarez, Roberto Emilio Giménez y Luis Santiago Protto; fogonero Angel Elfi, y el marinero Justino José Aguilar. El ataque a un barco neutral y a las cinco muertes provocaría un serio incidente diplomático, aunque finalmente no se rompieron las relaciones entre Argentina y Alemania.
El radiotelegrafista del buque, Roque Volpe, preciso que el ataque se perpetro son previo aviso y los tripulantes del Río Tercero solo pudieron ver al submarino atacante luego de que los hundió.
“Yo pedí el S.O.S. – relato Volpe – me atendieron enseguida los norteamericanos. A la hora y media ya nos sobrevolaba el avión bombardero que nos habían mandado. Quedaron 39 náufragos repartidos en dos botes, rescatados por la noche y llevados primero a Estados Unidos. Pero antes de que esto ocurriera, estuvieron a un paso de que los submarinistas los despacharon a tiros. El submarino que los había atacado emergió poco después junto a los botes de los náufragos. Tenia escrito en la torreta: U-Boat, un numero y la inscripción “Innsbruck”.
“Al capitán Scalese se le ocurrió decirles a los alemanes que no habíamos pedido auxilio y que no teníamos con nosotros ningún libro de navegación. Entonces lo metieron en el submarino. Finalmente, Scalese termino por darles el libro y el submarino se alejo, pero al poco rato volvió junto a los botes. Los alemanes nos apuntaron desde la torreta con dos ametralladoras.
“Todos pensamos que los submarinistas, creyeron que no habíamos alcanzado a pedir auxilio, habían decidido matarnos para eliminar cualquier indicio del ataque a un barco de un país neutral. En aquel dramático momento, un bombardero norteamericano arrojo cuatro bombas que levantaron grandes columnas de agua cerca del submarino. Este rápidamente desapareció bajo el agua.
El 22 de junio de 1942, en la costa oriental de los Estados Unidos, a 120 millas de Nueva York, fue torpedeado y hundido el vapor argentino “Río Tercero” en lo que fue el más trágico de los episodios entre buques argentinos y submarinos alemanes, rodeado, además por una leyenda negra que puso en duda la conducta de la tripulación del mercante.
El Río Tercero retornaba del puerto de Nueva York donde habian descargado cereales. Estaba al mando del Capitán Luis Pedro Scalese y de regreso traía carga general, pero nada que pudiera considerarse bélico y justificara el ataque sufrido. Llevaba un solo pasajero: el medico Francisco Arumbarri. Se fue a pique inmediatamente, con él se trago a cinco tripulantes: los carboneros Clemente Alvarez, Roberto Emilio Giménez y Luis Santiago Protto; fogonero Angel Elfi, y el marinero Justino José Aguilar. El ataque a un barco neutral y a las cinco muertes provocaría un serio incidente diplomático, aunque finalmente no se rompieron las relaciones entre Argentina y Alemania.
El radiotelegrafista del buque, Roque Volpe, preciso que el ataque se perpetro son previo aviso y los tripulantes del Río Tercero solo pudieron ver al submarino atacante luego de que los hundió.
“Yo pedí el S.O.S. – relato Volpe – me atendieron enseguida los norteamericanos. A la hora y media ya nos sobrevolaba el avión bombardero que nos habían mandado. Quedaron 39 náufragos repartidos en dos botes, rescatados por la noche y llevados primero a Estados Unidos. Pero antes de que esto ocurriera, estuvieron a un paso de que los submarinistas los despacharon a tiros. El submarino que los había atacado emergió poco después junto a los botes de los náufragos. Tenia escrito en la torreta: U-Boat, un numero y la inscripción “Innsbruck”.
“Al capitán Scalese se le ocurrió decirles a los alemanes que no habíamos pedido auxilio y que no teníamos con nosotros ningún libro de navegación. Entonces lo metieron en el submarino. Finalmente, Scalese termino por darles el libro y el submarino se alejo, pero al poco rato volvió junto a los botes. Los alemanes nos apuntaron desde la torreta con dos ametralladoras.
“Todos pensamos que los submarinistas, creyeron que no habíamos alcanzado a pedir auxilio, habían decidido matarnos para eliminar cualquier indicio del ataque a un barco de un país neutral. En aquel dramático momento, un bombardero norteamericano arrojo cuatro bombas que levantaron grandes columnas de agua cerca del submarino. Este rápidamente desapareció bajo el agua.
De regreso a Buenos
Aires, se difundió el rumor de que el Río Tercero había sido hundido
como represalia por haber violado la neutralidad avisando a los
norteamericanos la posición de otro sumergible alemán que los habría
interceptado anteriormente, y todo para cobrar una supuesta recompensa.
Volpe califico de absoluta falsedad tales presunciones y sostuvo: “yo
creo que el rumor surgió de nuestra misma Cancillería, que quería calmar
la ira popular por el ataque y las muertes, para evita a toda costa
represalias contra los interese germanos en la Argentina. Para colmo,
cuando volví al país, me tuvieron al principio incomunicado, para que no
hablara con la prensa y diera detalles del ataque.
Otro de nuestros marinos mercantes, el Capitán Julio Frutos, cuenta que era de gran preocupación en navegar por zonas peligrosas, al punto de extremar las medidas de no fumar de noche en cubierta, porque la brasa del cigarrillo se distingue en el mar hasta cinco Kilómetros
Otro de nuestros marinos mercantes, el Capitán Julio Frutos, cuenta que era de gran preocupación en navegar por zonas peligrosas, al punto de extremar las medidas de no fumar de noche en cubierta, porque la brasa del cigarrillo se distingue en el mar hasta cinco Kilómetros
(Fuente: Histamar)
general | ||||||||||||||||||||||||
nationality: | argentinian | |||||||||||||||||||||||
purpose: | transport | |||||||||||||||||||||||
type: | cargo ship | |||||||||||||||||||||||
propulsion: | steam | |||||||||||||||||||||||
date built: | 1912 | |||||||||||||||||||||||
is nickname: | no | |||||||||||||||||||||||
status: |
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details | ||||||||||||||||||||||||
tonnage: | 4866 grt | |||||||||||||||||||||||
dimensions: | 123.5 x 16.5 x 7.2 m | |||||||||||||||||||||||
material: | steel | |||||||||||||||||||||||
engine: | 1 x 3 cyl. triple expansion engine, single shaft, 1 screw | |||||||||||||||||||||||
power: | 566 n.h.p. | |||||||||||||||||||||||
speed: | 11 knots | |||||||||||||||||||||||
yard no.: | 821 | |||||||||||||||||||||||
IMO/Off. no.: | 135174 | |||||||||||||||||||||||
call sign: |
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about the loss | ||||||||||||||||||||||||
cause lost: | torpedo | |||||||||||||||||||||||
date lost: | 22/06/1942 [dd/mm/yyyy] | |||||||||||||||||||||||
casualties: | † max.5rank: 689 | |||||||||||||||||||||||
about people | ||||||||||||||||||||||||
builder: |
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engine by: |
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last owner: |
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