Sunday, February 28, 2016

HMS Opportune G-80


Escala 1:700 Marca Tamiya (Score 3/10)





Batalla del Cabo Norte


Probablemente la Batalla del Cabo Norte fuese uno de los mejores cebos navales planteados por la Real Marina Británica (Royal Navy). Lo que aparentemente iba a ser una cacería para la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine), se convirtió en una emboscada que acabó en tragedia.
Kriegsmarine
Desde mediados de 1942 y tras la dimisión del gran almirante Erich Raeder en favor de Karl Doenitz, los buques de línea de la Kriegsmarine había permanecido en los fiordos de Noruega como fuerza disuasoria para evitar un desembarco británico y amenazar las rutas de convoyes a la Unión Soviética a través del Océano Glacial Ártico. Pero aquella monotonía fue rota cuando el reconocimiento aéreo alemán descubrió en diversos avistamientos entre el 19 y el 22 de Diciembre de 1943 al Convoy JW-55B que procedente de Escocia transportaba suministros en 19 mercantes para el Ejército Rojo en el puerto ruso de Múrmansk.
Inicialmente el descubrimiento del Convoy JW-55B no despertó mucho interés en la Kriegsmarine debido al desconocimiento sobre supuestas unidades de escolta. No obstante, a las 11:00 del 22 de Diciembre un aparato de estudio meteorológico de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) sobrevolando a 60 millas al noroeste de las Islas Faroe, informó que los 30 mercantes navegando a una lenta velocidad de 10 nudos únicamente estaban protegidos por destructores. Esto llevó al Alto Mando de la Kriegsmarine en Kiel a plantear una salida rápida contra el Convoy JW-55B para hundir algunos de sus mercantes, aunque el mal tiempo con fuertes lluvias y vientos huracanados lo impidió por el momento debido al alto riesgo.

Mejorada brevemente la situación meteorológica, otra vez el Convoy JW-55B fue localizado el 25 de Diciembre por los submarinos alemanes U-601 por la mañana y luego por el U-636 por la tarde, lo que hizo convencerse al almirante Otto Schniewind, responsable en Kiel, de que el Scharnhorst debía partir cuanto antes. De manera inmediata, se comunicó la situación del convoy al almirante de la Kriegsmarine, Karl Doenitz, quién dio su visto bueno ordenando la salida lo más pronto posible a pesar de las opiniones en contra respecto a la ausencia de reconocimiento aéreo por culpa de la meteorología. Al frente de toda la operación fue puesto el almirante Erich Bey que con un Estado Mayor de 36 personas se instaló en el puente del Scharnhorst. Tras ser cargado de combustible y munición, a las 20:00 horas el Scharnhorst junto a los cuatro destructores abandonaron el Fiordo de Alta y se echaron a la mar.
Bajo el nombre de “Operación Ostfront”, la Kriegsmarine desplegó a diez navíos entre los que había un crucero pesado, cinco destructores y tres dragaminas. El Scharnhorst fue elegido buque insignia de la misión, uno de los mejores cruceros alemanes al mando del vicealmirante Fritz Hintze de 39.500 toneladas, un blindaje de 350 milímetros de acero, una elevada velocidad de 31’5 nudos y un armamento compuesto nueve cañones en tres torres triples de 280 milímetros, doce cañones de 150 milímetros en montajes dúplex y otros catorce de 405 milímetros. Al crucero le acompañaban como escolta los destructores Z-29, Z-30, Z-33, Z-34 y Z-38
Operación Ostfront:
Crucero Scharnhorst
Destructor Z-29
Destructor Z-30
Destructor Z-33
Destructor Z-34
Destructor Z-38
Dragaminas R-56
Dragaminas R-58
Dragaminas R-121
TOTAL: 10 Navíos
Royal Navy
Jamás los británicos prepararon tender una emboscada al acorazado Scharnhorst aquella Navidad de 1943, por lo menos hasta que se presentó una repentina e inesperada oportunidad. Tras descubrir que los aviones alemanes habían localizado al Convoy JW-55B, deducieron que los germanos enviarían alguna gran unidad de superficie, justo cuando en sentido contrario procedente de Múrmansk rumbo a las costas inglesas de Loch Ewe, navegaba el Convoy RA-55A próximo a la Isla de Osos protegido por la Fuerza 1, una flota de guerra que incluía tres cruceros de línea y varios destructores. Aquella era una ocasión única que la Royal Navy no podía perder y por tanto organizó convertir al cazador en cazado.

Para atrapar al Scharnhorst, que casi con total seguridad saldría de sus bases en Noruega según la información recogida por las máquinas descriptadoras, chocaría a la altura del Cabo Norte con la Fuerza 1 al mando del almirante Robert Burnett compuesta por los tres cruceros HMS Belfast, HMS Norfolk y HMS Sheffield. Al mismo tiempo otra escuadra denominada Fuerza 2 dirigida por el almirante Bruce Fraser atacaría desde la retaguardia procedente de Islandia con el acorazado HMS Duke of York, el crucero HMS Jamaica y los destructores HMS Matchless, HMS Musketeer, HMS Opportune, HMS Virago, HMS Savage, HMS Scorpion, HMS Saumarez y HMNOS Stord. Por último para proteger al convoy se designó a una fuerza de escolta compuesta por el dragaminas HMS Gleaner, las corbetas HMS Oxlip y HMS Honeysuckle, y los destructores HMS Whitehall, HMS Wrestler, HMS Onslow, HMCS Haida, HMCS Huron, HMS Impulsive, HMCS Iroquois, HMS Onslaught, HMS Orwell y HMS Scourge. El total de navíos empleados en la caza del Scharnhorst era de 28 barcos con un acorazado, cuatro cruceros, dieciocho destructores, dos corbetas y un dragaminas, todos con nacionalidad de Reino Unido, salvo algunos de Canadá y la Noruega Libre.
Fuerza 1 y 2:
Acorazado HMS Duke of York (británico)
Crucero HMS Belfast (británico)
Crucero HMS Norfolk (británico)
Crucero HMS Sheffield (británico)
Crucero HMS Jamaica (británico)
Destructor HMS Matchless (británico)
Destructor HMS Musketeer (británico)
Destructor HMS Opportune (británico)
Destructor HMS Virago (británico)
Destructor HMS Savage (británico)
Destructor HMS Scorpion (británico)
Destructor HMS Saumarez (británico)
Destructor HMNOS Stord (noruego libre)
Destructor HMS Whitehall (británico)
Destructor HMS Wrestler (británico)
Destructor HMS Onslow (británico)
Destructor HMCS Haida (canadiense)
Destructor HMCS Huron (canadiense)
Destructor HMS Impulsive (británico)
Destructor HMCS Iroquois (británico)
Destructor HMS Onslaught (británico)
Destructor HMS Orwell (británico)
Destructor HMS Scourge (británico)
Corbeta HMS Oxlip (británica)
Corbeta HMS Honeysuckle (británica)
Dragaminas HMS Gleaner (británica)
1ª Batalla
Navegando a una velocidad de 25 nudos y con un rumbo 360º, el Scharnhorst y sus cuatro destructores de escolta pasaron a las 3:40 horas de la noche del 26 de Diciembre de 1943 a unas 115 millas naúticas de la Isla de Osos, justo en el momento en que la Fuerza 1 de la Royal Navy estaba a 127 millas y la Fuerza 2 a otras 270. Inicialmente ninguno de los dos bandos conocía la posición del otro hasta que avanzada la madrugada un radiomensaje enviado desde la base de Kiel al Scharnhorst indicándole la última posición del convoy enemigo, fue interceptado por los británicos, quienes inmediatamente localizaron a los alemanes a unas cinco horas de distancia de la Fuerza 1. Sin saber que una trampa se cerraba sobre el Scharnhotst, el almirante Bey cometió el error de ordenar a los destructores adelantarse 10 millas náuticas al crucero para abarcar más territorio visual, lo que hizo que cada barco se fuese separando 4 millas cada 10 minutos debido a la niebla y al estar atravesando el epicentro del temporal, impidiéndoles ejercer ninguna protección efectiva entre ellos.

Sobre las 8:30 horas la Fuerza 1 detectó al Scharnhorst navegando en solitario a 30 kilómetros de distancia próximo al Cabo Norte con el radar del HMS Belfast. Inmediatamente este crucero lanzó bengalas de iluminación en el cielo nocturno que hicieron al Scharnhorst visible. Habiendo sido interceptado completamente por sorpresa, la Royal Navy inició el fuego durante 10 minutos entre las 9:29 y 9:28 con seis disparos del crucero HMS Norfolfk. Dos de los seis proyectiles de 203 milímetros alcanzaron al Scharnhorst, el primero entre el puente y el trinquete que destruyó su antena de radar de 360º y el segundo en la sala máquinas sin provocar ningún daño porque al ser defectuoso no estalló. Por suerte para el barco alemán los cruceros HMS Belfast y HMS Sheffield se interpusieron en la línea de visión del HMS Norfolk, por lo que hubo de suspender el ataque unos minutos, momento que el Scharnhorst aprovechó para escapar apoyándose en su mayor velocidad respecto a sus enemigos más lentos.
2ª Batalla
Sorprendentemente y a pesar de haberse escapado de tres cruceros, el Scharnhorst decidió seguir adelante con la misión y desde el norte puso rumbo 225º al suroeste a las 11:40 para intentar atacar los mercantes del Convoy JW-55B. Veinte minutos más tarde, cerca de las 12:04 horas, el HMS Belfast detectó la maniobra del Scharnhorst y una vez más los cruceros británicos se lanzaron a por su objetivo, dejando a los destructores HMS Opportune, HMS Musketter y HMS Matchless como fuerza de protección en el convoy.
A las 12:21 horas la Fuerza 1 volvió a encontrarse con el Scharnhorst, abriendo fuego una vez más el HMS Norfolk contra su oponente. Por suerte para el crucero alemán, los británicos se habían precipitado en esta ocasión, por lo que tuvo tiempo de invertir el rumbo y centrar los disparos contra sus enemigos. Esquivando todos los proyectiles ingleses, el Scharnhorst a las 12:27 hizo dos blancos con la munición de 280 milímetros sobre el HMS Norfolk, destruyéndole la torreta de popa de 203 milímetros, el radar y cortándole sus transmisiones. Otro proyectil también alcanzó al crucero HMS Sheffield que salió con daños muy leves. Una vez terminado el encuentro en poco más de 20 minutos, el Scharnhorst finalmente decidió dar por abortada la misión contra el Convoy JW-55B y regresar a Noruega.
3ª Batalla
Seguido el Scharnhorst por la Fuerza 1 a 13.800 metros mientras escapaba hacia Noruega con una velocidad de 30 nudos, la Fuerza 2 se aproximaba amenazante por el oeste. El almirante Fraser detectó al buque germano a 23 millas náuticas de distancia desde el radar del acorazado HMS Duke of York a las 16:47 horas, aunque hubo de resignarse a contar con la Fuerza 1 reducida que venía del norte debido a que los cruceros HMS Norfolk y HMS Sheffield tuvieron que parar máquinas por problemas mecánicos. En su lugar a las 16:30 envió al crucero HMS Jamaica a cortar el paso del Scharnhorst por el sur, al mismo tiempo que el acorazado avanzaba desde el oeste y el HMS Belfast desde el norte. Sin saberlo el crucero germano se dirigía a una ratonera.

Como en los dos encuentros anteriores, el crucero HMS Belfast lanzó bengalas a las 16:47 horas que iluminaron el cielo y en concreto al Scharnhorst. Tres minutos más tarde, a las 16:50, el acorazado HMS Duke of York abrió fuego con sus torretas de 356 milímetros, logrando a las 16:52 destruir la Torreta A del Scharnhorst y matando a toda su dotación. Un minuto después, a las 16:53, el crucero HMS Jamaica acertó con un proyectil en el costado del buque, mientras que a las 17:00 y las 17:05 el HMS Duke of York le encajó con dos obuses más que dañaron el puente de mando y destrozaron una de las torretas de 150 milímetros de estribor. Poco después se unieron al combate el HMS Belfast y el recién reparado HMS Norfolk, además de los destructores HMS Savage, HMS Soumarez, HMS Scorpion y HMNOS Stord que lanzaron sus torpedos sin éxito. Nuevas andanadas de los cañones británicos estropearon la Torreta B de proa e incendiaron a las 17:08 el hangar, haciendo que el buque quedase iluminado por el fuego en medio de la oscuridad ártica. Contrariamente el HMS Duke of York recibió daños en el mástil del radar, lo que hizo que un valiente joven oficial trepase por los cables para repararlo ignorando las condiciones gélidas.
Fortuitamente para el Scharnhorst, la velocidad de navegación de 30 nudos era superior a los ingleses y se encontraba intacta, por lo que el crucero alemán se fue alejando progresivamente de sus perseguidores. Poco a poco la distancia entre el Scharnhorst y los británicos se fue incrementando, lo que llevó a los cruceros HMS Belfast, HMS Nofolf y HMS Jamaica a suspender el fuego porque sus proyectiles no podían alcanzarle. Únicamente el HMS Duke of York a 8 millas náuticas de su posición seguía disparando gracias a sus potentes proyectiles de 356 milímetros. Todo parecía ir bien para el Scharnhorst que a punto estaba de salir del radio de tiro del HMS Duke of York; hasta que a las 18:20 horas, uno de los últimos proyectiles disparados por el acorazado británico explosionó en la sala de máquinas del crucero rompiendo la tubería de las turbinas, lo que redujo su velocidad primero a 10 nudos y luego a 20 nudos. Con aquella nueva velocidad una vez más el Scharnhorst quedó amenazado por el resto de navíos que rápidamente empezaron a rodearle por todas partes. A pesar de que podía haber evitado un combate suicida rindiéndose o izando bandera blanca, el Scharnhorst decidió luchar hasta la muerte. El mensaje final del almirante Bey por radio dijo: “Lucharemos hasta el último cartucho”.
Cuando el combate entre el Scharnhorst y la Fuerza 1 y 2 se reanudó a las 18:40 horas, los destructores británicos lanzaron torpedos contra el crucero alemán. Uno de los artefactos explosionó sin causar graves daños, sin embargo a las 19:00 otros tres torpedos procedentes de los destructores dejaron al buque casi inmóvil en medio del agua. Inerte sobre el mar, el acorazado HMS Duke of York, junto a los cruceros HMS Belfast, HMS Norfolk y HMS Jamaica dispararon varias salvas contra el Scharnhorst al que destrozaron la estructura del puente, el mástil, la chimenea y los sistemas de tiro, convirtiendo la cubierta en un amasijo de hierros triturados. Pero a pesar de todo el buque continuó flotando y la Torreta C defendiéndose inútilmente contra el destructor HMS Saumarez, al que provocó algunos daños hasta que se quedó sin munición. Una vez el Scharnhorst quedó inoperativo y sabiendo que ya no suponía ningún peligro (el HMS Belfast había sido el último en acertarle con un proyectil), la Royal Navy a las 19:30 cesó el fuego para permitir a los supervivientes abandonar el barco sin ser molestados. No obstante y de manera inesperada se produjo un estallido de la munición a causa de los incendios a las 19:45, siendo el buque envuelto durante un bandazo en una gigantesca explosión y hundido en las gélidas aguas del Océano Glacial Ártico mientras las hélices seguían girando. Murieron ahogados 1.932 marineros (incluyendo el almirante Bey), aunque otros 36 fueron rescatados por la Royal Navy y atendidos médicamente por los que hasta hacía un instante habían sido sus enemigos.

Reino Unido ganó la Batalla del Cabo Norte, pero los militares británicos quedaron conmovidos por la valentía de los alemanes que habían combatido hasta el final después de que el Scharnhorst recibiese 446 andanadas de artillería y 55 torpedos, que el almirante Fraser expresó: “Caballeros, espero que si alguno de ustedes recibe el encargo de capitanear un barco contra un oponente tantas veces superior, pueda hacerlo con la valentía que lo hizo el comandante del Scharnhorst”. Pocos días después de la batalla, el HMS Duke of York pasó por encima del pecio del Scharnhorst, montando una guardia de honor con los fusiles en alto y lanzando una corona de flores al agua como homenaje.
Resultado
Nefastas fueron las consecuencias de la Batalla del Cabo Norte para la Kriegsmarine. Con esta derrota Hitler reafirmó su teoría de dejar inmóvil a la Armada en Noruega, mientras que para Inglaterra significó poder seguir abasteciendo a la Unión Soviética atravesando el Ártico mucho más cómodamente.
Alemania sufrió la pérdida de un crucero, el Scharnhorst, y la muerte de 1.932 marineros junto a 36 prisioneros.
Gran Bretaña únicamente encajó daños levemente en un acorazado, dos cruceros y un destructor, además de sufrir 11 muertos y 11 heridos.
Curiosamente la Batalla del Cabo Norte dejó patente la incompetencia de los mandos de la Kriegsmarine que dirigieron la “Operación Ostfront”. Sin obviar la hábil estratagema británica, hacer salir al Scharnhorst sin visibilidad cuando carecía de un radar inferior a los ingleses fue una negligencia absoluta, lo mismo que obligarle a separarse de sus destructores de escolta, dos factores que sin duda llevaron al desastre.


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