Sunday, September 20, 2015

DKM U-99


Escala 1:125 Marca Revell (Score 3/10)







El U-99 era del tipo VII B y también fue construido en los astilleros de Germaniawerft de la ciudad de Kiel. Su construcción finalizó el 31 de marzo del año 1939 y fue entregado a la “Kriegsemarine” el día 18 de abril de 1940, a partir de cuyo instante se comenzaría a forjar otra leyenda dentro de la manada de los lobos de “Karl Dönitz”…

Su bautismo de fuego no fue tal, dado que en un alarde de dialogo y “saber hacer”, el comandante del U 99 (el día 12 de julio de 1940), convenció  al capitán del vapor estonio “Merisaar” (del que no se tienen mayores referencias), para  que se dirigiese al puerto de Burdeos a entregar dicho buque y su mercancía. Esa localidad ya se encontraba en poder de los alemanes desde hacía bien poco (se ha de tener en cuenta que la capital de Francia cayó definitivamente en manos alemanas el día 14 de julio de 1940 es decir dos días después del suceso que nos ocupa). Pese a ovedecer las ordenes del "teutón", dicho vapor corrió una suerte dispar al ser hundido por la aviación alemana.

Las patrullas:
El U 99 efectuó 8 patrullas a lo largo de su azarosa existencia, logrando mandar al fondo del Océano un total de 39 naves sumando un total de 246,794 TM,  y dañar de diversa consideración un total de 5 buques con un tonelaje próximo a las 38.000 Tm.
La actuación más importante:
Una de sus acciones de más relevancia se produjo en el Atlántico cuando en plena noche del día 3 de noviembre de 1940  y mientras navegaba a cota periscópica el U 99 detectó un vapor mercantil. El comandante Otto Kretschmer, decidió atacarlo, tras hacer blanco desde la superficie, el S.S. Casanare (6.000 TM) comenzó a hundirse rápidamente y la tripulación comenzó a abandonar la nave. Aún estando enfrascado en ese suceso, “Otto” se da cuenta de la presencia de al menos otro barco en la zona, el cual resultó ser el HMS Laurentic de (18.724 TM) que si bien figuraba en el registro como mercante, la realidad era bien distinta, puesto que se trataba de un crucero preparado por la Armada Británica para proteger convoyes. Una vez comprobada esta circunstancia, el comandante del submarino se hizo cargo de lo peligrosa que resultaba la situación y optó por torpedearlo. A pesar de que hizo blanco, el HMS Lurentic no dio muestras de querer hundirse, por lo menos en breve plazo, cosa que disgustó a Otto pues un tercer buque aparecía en escena. Se trataba de otro mercante artillado, en este caso el HMS Patroclus (11.314 TM), que acudía a auxiliar a las otras dos naves. Llegó a toda máquina y haciendo uso de cargas de profundidad que no llegaron a amilanar al comandante del submarino, más bien al contrario. Otto atacó también a este último, en una maniobra arriesgada, dejándolo herido de muerte. Enfrascado en semejante berenjenal, todavía fue capaz de percibir la presencia de un avión aliado (probablemente un Sunderland), y decidió sumergirse para aguantar así el lanzamiento de las consabidas cargas de profundidad (circunstancia que finalmente no se dio) 

Una vez pasado el peligro, emergió (ya bien entrada la madrugada), para observar como finalmente se iban a pique los buques y cual sería su sorpresa al observar que ambos se resistían a hundirse en las gélidas aguas del Atlántico Norte. Teniendo torpedear de nuevo ambas naves, primero el MHS Laurentic que se encontraba más cercano y luego el HMS Patroclus con cuyos tripulantes (que aún se encontraban a bordo) alguna escaramuza de fuego de ametralladora.

Otto finalmente vio desaparecer sus objetivos después de haber efectuado el lanzamiento de 10 torpedos y cuatro cañonazos con el cañón de 88 mm de cubierta, justo a tiempo de librarse del ataque de el destructor HMS Achates que se presentó en el escenario de la batalla naval casi al tiempo que el U 99 la abandonaba. Quedando tras de si una de los ataques más intensos de la II G M, y dando lugar a un nuevo mito Otto Krestschmer.

El final:

Como tantos otros U-boot, el U 99 no pudo eludir el acabar hundido, sin embargo, como podéis leer en este pequeño resumen su singladura fue realmente intensa.

El día 17 de marzo de 1941 cuando navegaba por aguas al sur-oeste de Islandia fue interceptado por el destructor británico HMS Walker y tras someterlo a un intenso ataque con cargas de profundidad el U 99 resultó severamente dañado.

El comandante Otto emergió y de este modo logró salvar la vida de 40 de sus hombres, perdiendo a 3 de ellos en esa circunstancia.

Cuentan que una vez rescatados sus hombres, se presentó en la cubierta del HMS Walker y tras saludar marcialmente al capitán Donald Macyntire le felicitó por su captura en correctísimo inglés (Otto había pasado parte de su adolescencia en un colegio del Reino Unido aprendiendo el idioma).

La tripulación del U 99 fue trasladada y confinada a un campo de prisioneros  situado en Canadá conocido como campo Bowmanville.
 
 

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